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| Mirador_Lisboa '08 |
CUENTO VERSIONADO_
Hay tantos recuerdos en una mente que es difícil discernir entre los que sentimos, los que vivimos y los que imaginamos en un momento preciso. Pero hoy me he acordado de una persona que se convirtió en recuerdo y que se desvaneció sin rastro. No fue corto en el tiempo, pero nunca podré saber con exactitud cuando apareció ni cuando se fue.
Era un remolino de pensamientos, un ir y venir de verdades que se escondían en líneas sin sentido. Sólo eran palabras. Palabras de la nada que lo fueron todo en aquel momento. Que me hicieron pensar y encontrarme.
Planteamos un universo de preguntas que nunca resolveré y que ya quedan muy lejos. Pero fue muy trascendental. Era un mimetismo irracional que te llevaba muy lejos sin moverte de un rincón en el que pasabas desapercibido. Como verse en un espejo. Como sentir que mi cabeza se unía a otra sin planearlo y se iban lejos. Como vivir una historia fantástica o un cuento, de esos en los que cada narrador tiene su versión y su final.
Ahora ya no me planteo tanto las cosas. Las vivo y las disfruto e intento no esperarlas demasiado.
El tiempo nos da perspectiva, y con ella, todo es distinto. Pero aún así me alegro de que un día, en un cuento versionado, alguien sin rostro me hicieran encontrar un trozo de mi misma.
